Al contrario de lo que se cree en la cultura popular, los vikingos se expandieron y asentaron en muchas zonas de Europa.
Ocuparon parte de Inglaterra y el norte de Francia, donde crearon el ducado de Normandía.
Ocuparon Islandia, Groenlandia y hasta América del norte, llegando 500 años antes que Colón, aunque este último asentamiento no duró mucho debido a confrontaciones con las tribus nativas.
Ocuparon gran parte de la Rusia occidental desde el Mar Negro al Mar Báltico e incluso saquearon zonas del Mar Caspio, para lo que tuvieron que navegar el Volga y otros ríos de la zona.
Ocuparon el sur de Italia, Sicilia y hasta las cercanías de Constantinopla, a la que se realizó un ataque sin éxito.
También realizaron varios saqueos por la Península Ibérica (en esa época Al Ándalus) e incluso el norte de África, lo que causó varios conflictos entre musulmanes y vikingos.
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